lunes, 22 de junio de 2015

si te duele, cruza los dedos

Una experiencia sensitiva y emocional desagradable, asociada a una lesión tisular real o potencial. Y como se trata de una “experiencia sensitiva”, y además subjetiva, en ocasiones está sometida a ilusiones.

Una de esas ilusiones logra convencer al cerebro de que uno de nuestros dedos se quema, cuando en realidad está expuesto a una superficie fría. Este efecto se conoce como “ilusión de la parrilla térmica”. Consiste en someter a los dedos índice y anular a una temperatura aproximada de 40ºC y al dedo corazón a una temperatura más fría, de unos 20 ºC.
Esto genera una sensación paradójica en el dedo corazón que siente un calor muy doloroso cuando en realidad está expuesto a una temperatura fría. Esto se logra sumergiendo los dedos en agua a esas temperaturas, por ejemplo.
Y es que en el cerebro se activa paradójicamente la misma región, la corteza cingular anterior, independientemente de si aplica calor intenso o frío. El resultado es la sensación de quemazón o dolor, aunque en realidad no hay no hay nada real que lo justifique.
Un trabajo publicado en Current Biology asegura que cruzar los dedos disminuye el dolor. En este caso este gesto que habitualmente sirve para ocultar una mentira, en realidad logra deshacerla. Colocando el dedo corazón sobre el índice, la ilusión de la parrilla térmica desaparece.
La parrilla térmica produce las sensaciones de quemazón ante un estímulo frío debido a la interacción de tres vías nerviosas que informan al cerebro sobre el calor, el frío y el dolor. La temperatura cálida en los dedos índice y anular bloquea la informacion que normalmente llegaría al cerebro por la exposición del dedo medio al frío en solitario.
En el estudio, cuando el dedo medio se cruzó sobre el dedo índice, se redujo la sensación paradójica de calor ardiente en el dedo medio, que en realidad no estaba sometido a calor. Sin embargo, si el dedo índice se enfria y los dedos medio y anular se exponen al calor, la sensación de quemazón aumenta cuando el dedo medio se cruza sobre el índice. Estos resultados muestran que la sensación dolorsa es el resultado de un patrón espacial. Cuando el dedo frío se coloca entre los dos dedos sometidos a calor, la sensación es también de quemazón. Pero cuando se mueve desde la posición central que ocupa y se sitúa sobre el índice, la sensación de ardor se reduce. Por lo que los autores concluyen que el cerebro parece utilizar la disposición espacial de los tres estímulos para “deducir” que hay una sensación de ardor en los tres dedos.



de psiquiatria.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario