jueves, 22 de mayo de 2014

Consejos irreverentes para niñas desobedientes

Mark Twain escribió en 1865 una serie de irreverentes consejos para niñas, publicados dos años más tarde, el tono de sus consejos supuso una nota discordante en la época. “Por entonces la literatura infantil estadounidense era fundamentalmente didáctica y se dirigía a un lector imaginario: un niño o niña ideales que inmediatamente después de leer el cuento incorporarían a sus héroes como modelos de conducta. Twain no se contuvo para que lo leyesen y lo comprendiesen los niños, sino que les pidió que se esforzasen para absorber el lenguaje y el humor de los adultos”. 

Los Consejos para niñas pequeñas de Mark Twain están llenos de invitaciones a las niñas pequeñas a pensar por sí mismas, dejando a un lado las expectativas de sus mayores de un modo inteligente y pícaro. Lo que Twain quiere es ignorar las restricciones impuestas por la sociedad, o más bien ayudarnos a ignorarlas y a pensar de manera independiente en lugar de obedecer ciegamente las normas y costumbres sociales.
Con aparente simplicidad, Consejos para niñas pequeñas bucea en las profundidades de la condición humana y sorprende por su combinación de irreverencia y ternura.



En próximos posts os dejaremos con este peculiar manual de autoayuda, eso si, cuidado porque puede que funcione…

jueves, 15 de mayo de 2014

el mecanismo cerebral que nos deja "helados de miedo"

Un equipo de neurocientíficos de la Universidad de Bristol, en Inglaterra, ha descubierto una vía neuronal que subyace a comportamientos emocionales críticos para la supervivencia. La nueva investigación, descrita en el Journal of Physiology, ha identificado más concretamente una cadena de conexiones neuronales
que vincula el circuito de supervivencia central a la médula espinal, haciendo que el cuerpo se “congele” al experimentar miedo. La comprensión de cómo funcionan estas vías nerviosas es un paso fundamental para el desarrollo de tratamientos eficaces para trastornos emocionales como la ansiedad, los ataques de pánico o las fobias.
Existe una importante región del cerebro responsable de cómo humanos y animales responden al peligro es la sustancia gris periacueductal. Esta sustancia, que rodea el acueducto cerebral en el mesencéfalo, puede desencadenar respuestas como la paralización, un alto ritmo cardíaco, el aumento de la presión arterial o el deseo de huir o de pelear.
La investigación lo que ha descubierto es una vía cerebral que va desde la sustancia gris periacueductal a una parte muy localizada del cerebelo, llamada pyramis; y ha demostrado que la pyramis está involucrada en la generación del comportamiento de paralización cuando las redes centrales de la supervivencia se activan, ante situaciones amenazantes innatas o aprendidas.
Por tanto, la pyramis podría servir como punto clave de convergencia entre las diversas redes neuronales de supervivencia, e impulsar la reacción ante una situación emocionalmente difícil.
La Dra. Stella Koutsikou, primera autora del estudio explica en un comunicado de la Universidad de Bristol que «hay un creciente consenso en que la comprensión de los circuitos neuronales subyacentes a la conducta por miedo es un paso fundamental para el desarrollo de tratamientos eficaces para aquellos cambios de comportamiento asociados con los trastornos emocionales».

El profesor Bridget Lumb, de la misma Universidad, agrega que «nuestro trabajo presenta el siguiente concepto: que el cerebelo es un objetivo prometedor de futuras estrategias terapéuticas destinadas a gestionar la desregulación de los estados emocionales propia de trastornos de pánico y fobias».
de psiquiatria.com

viernes, 9 de mayo de 2014

las caras menos atractivas se recuerdan mejor

 Un estudio de la Universidad Friedrich Schiller de Jena, en Alemania, han descubierto que ser atractivo no basta para que se acuerden de tu cara después de haberte visto, a no ser que esa belleza venga acompañada de unos rasgos más marcados, ya que estos son claves a la hora de recordar un rostro.

En su estudio, publicado en la revista ‘Neuropsychologia’, el psicólogo Holger Wiese y su equipo analizaron la capacidad de retener en la memoria diferentes rostros y, en contra de lo que se pensaba, se vio que ser guapo no es suficiente para dejar huella.
Wiese puso como ejemplo a la actriz Angelina Jolie, cuya belleza se basa en unos ojos grandes y unos labios carnosos que facilitan recordar mejor su rostro “en comparación con otras caras también atractivas, pero simétricas”.
En su trabajo participaron un grupo de voluntarios a los que fueron mostrando diversas fotografías de rostros de personas para ellos desconocidos. De estas caras, la mitad eran de personas poco atractivas y los encargados de visualizarlas apenas tenían unos segundos para memorizarlas.
Días después, los mismos voluntarios volvían a ver las fotos y tenían que decir qué caras recordaban y cuáles no. De este modo, vieron que eran capaces de recordar mejor a quienes eran menos atractivos a pesar de que, como reconoció Wiese, “se pensaba que los más guapos eran más fáciles de recordar”.

De hecho, en el caso de las personas guapas vieron que había incluso más falsos positivos, y decían recordar a personas cuyo rostro no se le había mostrado en la primera fase del estudio. “Tendemos a creer que hemos visto un rostro simplemente porque nos resulta atractivo”, apuntó este experto.

de psiquiatria.com

viernes, 2 de mayo de 2014

gramática de la expresión facial

Cómo leer el espejo del alma

Científicos de Ohio codifican los 21 gestos que delatan la emoción humana

El avance enriquece la ciencia del conocimiento y la visión de los robots

Los estudios de psicología experimental y de visión artificial han usado hasta ahora seis gestos: felicidad, sorpresa, enfado, tristeza, miedo y asco (alguno lo quiso dejar en cuatro, asociando asco y miedo por un lado y felicidad y sorpresa por otro). El nuevo trabajo de la Universidad de Ohio lo expande a 21 expresiones faciales descifrando una especie de gramática de la expresión facial, con categorías compuestas como felizmente sorprendido, o tristemente temeroso. Tras analizar la cara de 230 individuos en todas esas tesituras, concluyen que cada una implica una combinación distinta de los músculos de la cara, y que los sistemas de visión artificial (FACS, facial action coding system) reconocen las siete expresiones básicas con 97% de precisión, y las expresiones compuestas con el 77%. Los resultados son importantes para la investigación del conocimiento humano, o cognitiva, la neurología y los sistemas de visión artificial, incluidas las prótesis para ciegos (y para que los robots interpreten los gestos de sus interlocutores humanos, o los reproduzcan).
“Nuestro trabajo introduce un tipo importante de categorías emocionales, llamado emociones compuestas”, dice Aleix Martínez, coautor del estudio y científico cognitivo de los departamentos de Ingeniería de Computación y Ciencias del Cerebro de la Universidad Estatal de Ohio en Columbus. Estas categorías compuestas están formadas por la combinación de dos o más categorías básicas —o cardinales— de respuestas emocionales.
Por ejemplo, la consternación puede entenderse como el sentimiento de asco combinado con el de indignación, y así lo demuestran los experimentos de Martínez y sus colegas: los indicadores faciales de la consternación —como la apertura de los párpados o la curvatura de la boca— son, en afecto, una combinación de los gestos del asco y el enfado. El odio es una combinación de los mismos dos componentes, aunque esta vez con el énfasis puesto más en el enfado que en la repugnancia.
Los anteriores son casos en que una sola palabra abarca la combinación de dos emociones básicas (o cardinales). Las más de las veces, el gesto combinado (o la emoción compuesta) requiere combinar también las palabras que designan a las emociones elementales: felizmente sorprendido, tristemente sorprendido, asqueadamente sorprendido, tristemente atemorizado, tristemente enfadado y así hasta las 15 emociones compuestas que, a partir de ahora, tendrán que usar los estudios cognitivos, los psicólogos y los robots.

de elpais.com