lunes, 24 de noviembre de 2014

25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

Se puede decir de muchas maneras, y ésta es una de ellas.

Atención a la letra de 1963 de Lesley Gore.



No eres mi dueño, no soy uno de tus muchos juguetes 
No eres mi dueño, no digas que no puedo salir con otros chicos

Y no me digas que hacer 
Y no me digas que decir 
Y por favor, cuando salga contigo 
No me exhibas, por que 

No eres mi dueño, no intentes cambiarme de ninguna manera 
No eres mi dueño, no me ates por que no me quedaré 

Oh, yo no te digo que decir 
No te digo que hacer 
Así que simplemente déjame ser yo misma 
Es todo lo que te pido 

Soy joven y me encanta ser joven 
Soy libre y me encanta ser libre 
Para vivir mi vida de la manera en la que quiero vivirla 
Para decir y hacer lo que sea que me de la gana 

Y no me digas que hacer 
Oh, no me digas que decir 
Y por favor, cuando salga contigo 
No me exhibas 

Yo no te digo que decir 
Oh, no te digo que hacer 
Así que simplemente déjame ser yo misma 
Es todo lo que te pido 

Soy joven y me encanta ser joven 
Soy libre y me encanta ser libre 
Para vivir mi vida de la manera en la que quiero vivirla

contratiempos controlables

El control percibido influencia la respuesta neuronal ante los contratiempos y promueve la persistencia.


¿Cómo sobrellevan las personas los contratiempos y persisten en sus objetivos? Esto es lo que se han preguntado un equipo de investigadores del Departamento de Psicología de la Universidad de Rutgers en EE.UU que examinan cómo la percepción de control ante los contratiempos altera el procesamiento neuronal de manera que aumenta la persistenciaa través de la adversidad
Para la investigación, publicada en la revista Neuron, los autores del estudio escanearon los cerebros de las personas que se presentaron voluntarias para al experimento, a través de imágenes por resonancia magnética funcional, mientras jugaban a juegos en los cuales experimentaban contratiempos. Después de estos obstáculos, los participantes tenían que decidir qué camino querían coger, si rendirse o continuar con sus objetivos a pesar de los contratiempos.
Los resultados mostraron que la respuesta en el núcleo estriado ventral estaba relacionada con la persistencia cuando los contratiempos se mostraban controlables, mientras que la respuesta en la corteza prefrontral ventromedial estaba asociada con un proceso de enfrentamiento con emociones negativas provocadas por la percepción de obstáculos incontrolables, con el fin de persistir en los objetivos.
El estudio muestra que cuando una persona experimenta contratiempos que considera controlables puede corregir el error o el elemento adverso y persistir, pero que cuando los obstáculos se perciben como incontrolables, las personas necesitas hacerles frente mediante la frustración y otras emociones negativas para poder persistir en sus objetivos.

De psiquiatria.com

lunes, 17 de noviembre de 2014

la habénula predictiva

Una parte evolutivamente antigua y pequeña de las vías cerebrales da pistas sobre eventos desagradables, según revela una nueva investigación del ‘University College London’, en Reino Unido. El trabajo, publicado en ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’, demuestra por primera vez que la habénula humana, la mitad del tamaño de un guisante, ayuda a predecir eventos negativos, como descargas eléctricas dolorosas, lo que sugiere un papel en el aprendizaje de las malas experiencias.
Los escáneres cerebrales de 23 voluntarios sanos mostraron que la habénula se activa en respuesta a imágenes asociadas con descargas eléctricas dolorosas, sucediendo lo contrario cuando se visionan imágenes que predicen, por ejemplo, ganar dinero.

“La habénula señala nuestras experiencias –dice el autor principal, Jonathan Roiser, del Instituto de Neurociencia Cognitiva en UCL–. Por ejemplo, responde con mucha más fuerza cuando una descarga eléctrica es casi segura que cuando es poco probable. En este estudio, se demostró que la habénula no sólo se expresa si algo lleva a eventos o no negativos, sino que señala cuántos resultados malos se esperan”.
Durante el experimento, se puso a voluntarios sanos en un dispositivo de imagen de resonancia magnética funcional (fMRI, por sus siglas en inglés) y se recogieron imágenes cerebrales en alta resolución porque la habénula es muy pequeña. Se mostró a los participantes una secuencia aleatoria de imágenes cada una seguida por un conjunto de resultados buenos o malos, simplemente pulsando de vez en cuando un botón para mostrar que estaban prestando atención. La activación de la habénula rastreó la expectativa de cambio de los acontecimientos buenos y malos.
“La gente era más lenta pulsando el botón cuando la imagen se asoció con una conmoción, aunque su respuesta no tenía ninguna influencia en el resultado”, dice la autora principal, Rebecca Lawson, también del Instituto de Neurociencia Cognitiva de UCL. “Además, conforme las personas respondieron de forma más lenta, su habénula señaló de manera más fiable las asociaciones con las conmociones”, agrega.
Esto demuestra un vínculo crucial entre la habénula y la conducta motivada, que puede ser el resultado de la supresión de la dopamina. La habénula ha estado previamente relacionada a la depresión y este trabajo muestra cómo podría estar involucrada en la causa de síntomas como baja motivación, pesimismo y un enfoque en experiencias negativas. Una habénula hiperactiva podría provocar que las personas hagan predicciones desproporcionadamente negativas.
“Otro trabajo muestra que la ketamina, que tiene beneficios profundos e inmediatos en los pacientes que no responden a la medicación con antidepresivos, disminuye específicamente la actividad de la habénula”, afirma Roiser. “Por lo tanto, entender la habénula podría ayudarnos a desarrollar mejores tratamientos para la depresión resistente al tratamiento”, concluye.
de psiquiatria.com

lunes, 10 de noviembre de 2014

demasiadas alaas

Alcohol y bebidas energéticas, una mezcla más tóxica.


Un estudio demuestra que la combinación de ambos incrementa el deseo de beber más y, por tanto, las posibilidades de intoxicación.

En los últimos años los investigadores no sólo se han preocupado por el consumo de bebidas energéticas, sino sobre todo por su efecto junto con el alcohol, algo bastante frecuente entre los jóvenes. Un nuevo estudio publicado este jueves en la revista científica ‘Alcoholism: Clinical & Experimental Research’, revela que las bebidas energéticas pueden aumentar los efectos del alcohol ya que su combinación aumenta el deseo de seguir bebiendo más que si tomamos el alcohol solo o con otro tipo de bebidas.
“Las personas que mezclan alcohol con bebidas energéticas tienen niveles más altos de alcohol en sangre que los que no los combinan, por lo que aumentará el riesgo de ‘borracheras’ entre los jóvenes”, explica Rebecca McKetin, científica del Centro de la Universidad Nacional Australiana para la Investigación sobre el Envejecimiento, Salud y Bienestar.
Más desinhibidos
En el experimento los participantes tuvieron que beber un cóctel que contenía, para unos, 60 mililitros de vodka y Red Bull y, para otros, 60 mililitros de vodka con agua. Primero se entregó un cuestionario sobre la necesidad de continuar bebiendo y 20 minutos después, un segundo test sobre los efectos y sobre la concentración de alcohol en sangre. Sin embargo, la investigadora señala que el estudio no concluye que las personas que acostumbran a tomar este tipo de cócteles beban más que sus amigos, ya que “pueden incluir muchos otros factores”.
Por su parte, Peter G. Miller, profesor de Psicología en la Universidad de Deakin (Australia), destaca las consecuencias de esta combinación, ya que a medida que las personas se intoxican, muestran menos inhibiciones y son propensos a beber más. Esto aumenta las posibilidades de que sufran una lesión, sean víctimas de algún accidente o conduzcan en estado de ebriedad.
“La consecuencia más importante de los resultados es que la venta de bebidas energéticas en los bares y clubes nocturnos se debería limitar”, señala McKetin. “Aunque nuestro estudio por sí solo no proporciona suficientes evidencias para abogar por la limitación de la disponibilidad de bebidas energéticas en los bares, es un paso importante”, recuerda el investigador.
de psiquiatria.com

lunes, 3 de noviembre de 2014

los primeros ensayos

Meses antes de sus primeras palabras, el cerebro del bebé ensaya la mecánica del habla.

Los bebés pueden distinguir las diferencias entre los sonidos de todas las lenguas incluso a los ocho meses de edad, cuando sus cerebros empiezan a centrarse sólo en los sonidos que escuchan a su alrededor. Desde hace tiempo, está claro cómo se produce esta transición, pero ahora parece que las interacciones sociales y el uso por parte de los cuidadores de un exagerado estilo de expresión más fácil para la comprensión de los bebés, que usan algunos adultos para hablar a los niños, parece ayudar.
Una investigación de la Universidad de Washington, en Estados Unidos, en niños de siete y 11 meses de edad y que se publica este lunes en ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’, muestra que los sonidos del habla estimulan áreas del cerebro que coordinan y planifican los movimientos motores para el habla. Es decir, plantea que el cerebro del bebé comienza a establecer las bases de cómo formar palabras mucho antes de que empiece a hablar.
“La mayoría de los bebés balbucean a los siete meses pero no pronuncian sus primeras palabras hasta después de su primer cumpleaños”, afirma la autora principal, Patricia Kuhl, codirectora del Instituto de Ciencias del Aprendizaje y el Cerebro de la Universidad de Washington.
“Encontrar la activación en las áreas motoras del cerebro cuando los bebés están simplemente escuchando es importante porque significa que el cerebro del bebé se dedica a tratar de hablar desde el principio y sugiere que los cerebros de siete meses de edad ya están tratando de averiguar cómo hacer los movimientos correctos que producirán las palabras”, detalla.
Kuhl y su equipo de investigación creen que esta práctica en la planificación motora contribuye a la transición cuando los bebés se vuelven más sensibles a su lengua materna. Los resultados destacan la importancia de hablar con los niños durante las interacciones sociales, incluso aunque todavía no hablen ellos.
“Al oírnos a nosotros se ejercitan las áreas de acción de los cerebros de los bebés, mucho más de lo que pensábamos que sucede cuando hablamos con ellos –afirma Kuhl–. Los cerebros de los niños se preparan para actuar en el mundo mediante la práctica de cómo hablar antes de que realmente digan una palabra”.
El patrón de activación cerebral producido por los sonidos de la lengua materna a los siete meses de edad (inglés), así como en una lengua no nativa (español), demuestra que en esta edad, los bebés están respondiendo a todos los sonidos del habla no sólo a los que han escuchado antes.
En los lactantes de más edad, la activación del cerebro fue diferente, de forma que los cerebros de los bebés de 11 a 12 meses, aumentan la activación motora para los sonidos del discurso no nativo frente al habla nativa, que los investigadores interpretan como muestra de que se necesita más esfuerzo para predecir qué movimientos crean el habla no nativa. A su juicio, esto refleja un efecto de la experiencia entre los siete y los 11 meses y sugiere que la activación de áreas cerebrales motoras está contribuyendo a la transición hacia la percepción temprana del habla.
de psiquiatria.com