La ciencia lo prueba: si le han
dejado por otro, le han hecho un favor
Lo de "vas a esta mejor sin él (o ella)"
no es una frase hecha. Un estudio con 5.000 mujeres revela que tras el
abandono, viene lo mejor
A la larga, vas a estar mejor sin él”. Es la frase hecha por
excelencia después de una ruptura, sobre todo si ha sido traumática o entre las
causas ha habido una tercera persona. Pese a que las agradezcamos más o menos
como consuelo, es difícil pensar que son algo más que palabras
bienintencionadas sin un valor predictivo real. Pues bien, la ciencia vuelve a
avalar la sabiduría popular. Según un estudio publicado en The Oxford Handbook of Women and Competition para el que se entrevistó a más de
5.000 mujeres de 96 países diferentes y en el que se midió el efecto que tenía
para ellas haber sido abandonadas por otra persona, esta frase podría esconder
una verdad científica. Los expertos aseguran que este tipo de rupturas resultan
positivas porque ayudan a crecer como persona y que este proceso de aprendizaje
facilita incluso que mejoremos el tino a la hora de encontrar una nueva pareja.
Lo confirma la psicóloga especialidad en sexualidad Núria Jorba: “Tras una ruptura nos toca centrarnos
en nosotros mismos, no hay otra alternativa: toca escucharnos, analizar la situación,
hacer autocrítica y pensar en qué queremos y qué debemos buscar la próxima vez.
Todo este conocimiento emocional nos llevará a un crecimiento, a saber con más
certeza quiénes somos y qué queremos”. Y sí, estas son conclusiones a las que
probablemente no llegaríamos sin encontrarnos en esta aciaga situación.
Pasos para llegar a
la cima
Siguiendo con el repaso al refranero, el “no hay
mal que por bien no venga”
podría aplicarse en este caso, otro asunto es esperar que este bien llegue
de inmediato. Toda ruptura tiene su proceso de duelo, y debemos pasarlo antes
de sentirnos mejor con nosotros mismos. En concreto, Jorba señala seis etapas
diferentes por las que suele pasar toda persona tras una separación dolorosa.
1. El shock: “Ese
primer instante de paralización y desorientación, en el que nos cuesta comer,
dormir, etc.”. Es normal, pero hay que tener cuidado porque, si dura más de un
mes, la experta advierte de que corremos el peligro de caer en lo que se llama
un 'duelo patológico”.
2. Tristeza: “Momento de añoranza por el tiempo y
sueños compartidos”. Llegados a este punto debemos permitirnos hablar del tema,
llorar o incluso comer helado de chocolate o cualquier cosa que alivie el
dolor.
3. Adjudicación de la
culpa: Tendemos a
buscar qué hicimos mal o qué falló.
4.
Resignación: “Aceptar que la relación ha terminado y empezar a crear distancia con esa persona”. Para atravesar la misma es
importante “guardar los recuerdos, pero quitar a esa persona de nuestras redes
sociales, eliminar nuestras fotos juntos y borrar las conversaciones de
WhatsApp, que habremos releído 150 veces. Con ello recuperaremos nuestro 'yo' y
podremos iniciar la siguiente etapa”.
5. Reconstrucción: “Tiempo en el que por fin empezaremos
a tener más días alegres que tristes”.
6. Resolución: “En esta última etapa iniciaremos un
nuevo ciclo vital. Ya no pensaremos tanto en esa persona y no lo compararemos
con todas las nuevas que conozcamos”.
¿Por qué es distinto
cuando te dejan por otro?
Los expertos aseguran que las separaciones más desgarradoras son
aquellas en las que nos dejan por otra persona. En estos casos, Nuria Jorba
señala que no es lo mismo "romper de una forma sana y con buenas formas,
que sufrir un engaño y una traición, porque esto afectará nuestra autoestima, nuestra
seguridad personal”. Seamos claros: en una primera acción, su expareja no le ha
hecho ningún favor, sino que ha minado su amor propio. La parte buena es que
asimilando unas pequeñas lecciones sacará oro de estas ruinas; y ahí sí, tendrá
que llamarlo para agradecérselo. Primer capítulo, según Jorba: ser consciente
de sus miserias, para poder digerirlas, y tener algo claro, "esto no tiene
por qué pasar de nuevo".
La infidelidad de la que el abandonado es objeto estaba
ocultando un conflicto (conviene recordarlo). "En general, esta clase de
engaños es un intento de satisfacer necesidades no cubiertas. Por ejemplo,
evadir problemas de la relación, una necesidad por sentirse deseado, miedo a
dejar la relación actual y hacer daño o a no encontrar el cariño y afecto
necesarios en la relación oficial", zanja Laura Castro, también psicóloga
y sexóloga.
Si le asusta que la situación se repita en su siguiente romance,
atienda a las palabras de Nuria Jorba: "Una nueva relación, con nuevas
circunstancias, no tiene por qué tener nada que ver con la anterior". Y no
se precipite, que lo de que "un clavo saca a otro clavo" sí es un
dicho popular fallido.“Uno de los errores más comunes es empezar una relación
al poco tiempo de haber terminado otra, porque en ese instante estamos evitando
afrontar la ruptura, el duelo y, sobre todo, la soledad”, afirma Jorba. Por
ello, es esencial darse un margen de tiempo para que el porvenir supere con
creces al pasado. Al fin y al cabo, olvidar a un e es tan difícil como dejar de fumarx…
e igualmente satisfactorio.
De elpais.com
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