lunes, 14 de septiembre de 2015

borrachera oxitocínica

La oxitocina (como el alcohol) nos desinhibe

Investigadores de la Universidad de Birmingham, en Reino Unido, han puesto de relieve las similitudes significativas entre los efectos conductuales de la oxitocina y el alcohol. Los autores advierten que el apodo utilizado tantas veces para la oxitocina, ‘la hormona del amor’, oculta su lado más oscuro y afirman que tiene más semejanzas con los efectos del alcohol de lo que se pensaba.
La investigación, publicada en la revista ‘Neuroscience and Biobehavioral Reviews’, se basa en los estudios existentes de los dos compuestos y detalla las similitudes entre los efectos del alcohol y la “hormona del amor”, la oxitocina, en nuestras acciones.
La oxitocina es un neuropéptido producido en el hipotálamo y secretado por la glándula pituitaria posterior. Durante mucho tiempo, se ha establecido que juega un papel importante en el parto y la vinculación materna y más recientemente se ha identificado como una sustancia química del cerebro implicada en la determinación de nuestras interacciones sociales y nuestras reacciones de pareja, de ahí su apodo de ‘la hormona del amor’.
La oxitocina aumenta las conductas prosociales como el altruismo, la generosidad y la empatía; haciéndonos más dispuestos a confiar en los demás. Los efectos socio-cognitivos se producen mediante la supresión de la acción de los circuitos corticales límbico y prefrontal, eliminando los frenos de los inhibidores sociales como el miedo, la ansiedad y el estrés.
Cuando se administra por vía nasal, la oxitocina parece reflejar de cerca los efectos bien establecidos de consumo de alcohol, pero los investigadores advierten contra la automedicación, ya sea con la hormona o una bebida rápida para proporcionar un poco más de confianza en los momentos difíciles.
Junto a los problemas de salud que acompañan el consumo frecuente de alcohol, hay efectos socio-cognitivos menos deseables que tanto el alcohol como la oxitocina pueden desencadenar. Las personas puede llegar a ser más agresivas, más jactanciosas, envidiosas de los que consideran como sus competidores y favorecer a su grupo a expensas de otros. Los compuestos pueden afectar a nuestra sensación de miedo, que normalmente actúa para protegernos de meternos en problemas.

de psiquiatria.com

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