lunes, 30 de noviembre de 2015

juicios sociales prematuros

Los bebés deducen los comportamientos más lógicos según qué saben unas personas sobre otras.


Según un estudio publicado en la revista Psychological Science, Los bebés pueden dar sentido a situaciones sociales complejas, teniendo en cuenta qué sabe cada persona sobre las demás.
“Nuestros resultados muestran que los bebés de 13 meses pueden dar sentido a situaciones sociales utilizando su comprensión sobre las mentes de los demás y la capacidad de evaluación social”, afirman las investigadoras You-jung Choi y Yuyan Luo, de la Universidad de Missouri (EE.UU.). “La investigación es innovadora, ya que se demuestra que los bebés son capaces de interpretar situaciones sociales desde las perspectivas de los diferentes participantes.”
Las investigadoras se interesaron en cómo la información, o la falta de la misma, pueden a afectar nuestras interacciones sociales con otros. Imaginando por ejemplo, que un amigo suyo hace algo malo: ¿Va a tratar a esa persona de manera diferente después de enterarse? ¿Y qué pasaría si nunca se enterara?
“Para los adultos, las respuestas a estas preguntas son probablemente complicadas, dependiendo de varios factores tales como la naturaleza de la amistad y las personalidades ambas partes”, explican Choi y Luo en la nota de prensa de la APS. “La pregunta era si los niños podrían manejar interacciones sociales complejas como éstas.”
Las científicas llevaron 48 bebés de alrededor de 1 año de edad al laboratorio y cada niño se sentó en el regazo de su madre o de su padre, frente a un pequeño escenario donde aparecían marionetas de mano. Dos marionetas (A y B) aparecían en el escenario y aplaudían con sus manos o saltaban juntas, permitiendo que los infantes se familiarizaran con los personajes y entendieran que A y B eran amables el uno con el otro.
Luego, se les presentó un escenario social de tres opciones posibles, en que las marionetas interactuaban de maneras diferentes.

Cuando las investigadoras analizaron los datos observaron que los bebés respondieron en los tres escenarios de manera diferente, de acuerdo con las implicaciones sociales de cada uno.
Según Choi y Luo, estos resultados sugieren que los niños pequeños desarrollan habilidades que les permiten evaluar situaciones sociales y hacer juicios sociales pertinentes antes de lo que muchos podrían suponer.

Las investigadoras planean continuar en esta investigación, investigando si los niños tienen expectativas acerca de cómo se debe tratar a la víctima en una situación hipotética y si también pueden tener en cuenta los comportamiento positivos en sus evaluaciones sociales.
de psiquiatria.com

lunes, 23 de noviembre de 2015

comparaciones fraternales

Los padres tienden a creer equivocadamente que el primogénito es más capaz que el segundo en el plano académico

Un nuevo estudio de la Universidad Brigham Young (BYU, Utah, EE.UU.) encontró que las creencias de los padres sobre sus hijos, y las comparaciones que hacen, pueden hacer que las diferencias se magnifiquen.
“Las creencias de los padres sobre sus hijos, no sólo su crianza como tal, pueden influir en quién se convierten en sus hijos”, dice el profesor y autor principal del estudio, Alex Jensen, en la nota de prensa de la universidad.
La investigación, publicada en la revista “Journal of Family Psychology”, se centró en los hermanos y sus logros académicos. Jensen y la coautora Susan McHale, de la Universidad Estatal de Pensilvania (Penn State), observaron a 388 hermanos adolescentes primogénitos y segundogénitos, y a sus padres, de 17 distritos escolares de un estado del noreste del país.
Los investigadores preguntaron a los padres qué hermano era mejor en la escuela. La mayoría de los padres pensaba que el primogénito era mejor, aunque en promedio, el nivel de los hermanos era bastante similar.
Las creencias de los padres acerca de las diferencias entre hermanos no estaban influenciadas por las notas anteriores, pero las notas futuras de los adolescentes sí fueron influenciadas por las creencias de los padres.
El chico que los padres consideraban más inteligente tendía a hacerlo mejor en el futuro. Los niños considerados menos capaces, por su parte, tendían a obtener una nota media relativamente peor el año siguiente. “Puede no parecer mucho”, dice Jensen. “Pero con el tiempo esos pequeños efectos tienen el potencial de convertir a los niños en hermanos muy diferentes entre sí.”
“Una madre o un padre pueden pensar que el hermano mayor es más inteligente, porque en un momento dado están estudiando temas más complicados en la escuela”, explica Jensen. “El primogénito probablemente aprendió a leer primero, a escribir primero, y eso coloca en la mente de los padres la idea de que son más capaces, pero cuando los hermanos son adolescentes eso lleva a que sean cada vez más distintos. En última instancia, el hermano que es visto como menos inteligente tenderá a hacerlo peor en comparación con el otro hermano”.
La única excepción en el estudio se daba cuando el primogénito era un chico y el segundogénito era una chica. En ese caso, los padres creían que la hermana era más competente académicamente.
“Los padres tienden a ver a los hermanos mayores como más capaces, pero en promedio los hermanos mayores no lo hacen mejor en la escuela que sus hermanos menores”, dice Jensen.
“Así que en ese caso las creencias de los padres son inexactas. Los padres también tienden a pensar que sus hijas son más académicamente competentes que sus hijos, y por lo menos en términos de notas eso parece ser verdad “. Entonces: ¿Qué deben hacer los padres para preparar a todos sus hijos para el “éxito”?
“Es difícil que los padres no se den cuenta o no piensen acerca de las diferencias entre sus hijos, eso es natural”, dice Jensen. “Sin embargo, para ayudar a todos los niños a tener éxito, los padres deben centrarse en el reconocimiento de los puntos fuertes de cada uno de sus hijos, y tener cuidado de vocalizar comparaciones frente a ellos.”
de psiquiatria.com

lunes, 16 de noviembre de 2015

love is in the brain

Un estudio desvela cómo una relación romántica produce alteraciones en la arquitectura del cerebro.


Un equipo de investigadores chinos y estadounidenses ha descubierto cómo tener una relación romántica produce alteraciones en la arquitectura del cerebro. Según publican en la revista Frontiers in Human Neuroscience, la persona enamorada tiene una mayor conectividad entre las regiones del cerebro asociadas con la recompensa, la motivación, la regulación de la emoción y la cognición social. «El estudio proporciona la primera evidencia empírica de alteraciones relacionadas con el amor en la arquitectura funcional del cerebro», señala el autor principal de la investigación, Hongwen Song, de la Southwest University en Chongquing, China.
Para llegar a esta conclusión, el equipo utilizó técnicas de neuroimagen, en concreto imágenes de resonancia magnética funcional para examinar las diferencias en los patrones de conectividad cerebral en cien estudiantes universitarios. Los voluntarios se dividieron en tres grupos: los que estaban enamorados, los que habían dejado de estarlo y los «solteros».
Los investigadores encontraron en el grupo de los enamorados un aumento de la actividad cerebral en reposo en una zona llamada cortex del cíngulo anterior del hemisferio izquierdo, lo que sugiere que esta área cerebral está muy relacionada con el estado de enamoramiento.
Sin embargo, la actividad cerebral en otra área en la profundidad de los hemisferios cerebrales, el núcleo caudado bilateral, se redujo significativamente en el grupo de los que habían dejado de estar enamorados. Esta estructura del cerebro está asociada con la detección de recompensas, la expectativa, la representación de los objetivos y la integración de la información sensorial.
Curiosamente, los investigadores también encontraron en los enamorados una mayor conectividad entre el cortex del cíngulo anterior del hemisferio izquierdo con otras estructuras como el núcleo caudado, el núcleo accumbens o la ínsula, una red cerebral asociada igualmente con la recompensa, la motivación y la regulación emocional.
Según explican los investigadores, el aumento de la conectividad en estas regiones del cerebro «puede ser el resultado de los esfuerzos frecuentes (de los enamorados) para controlar su propio estado emocional, así como el estado emocional de su amante, y ajustar estrategias cognitivas para resolver conflictos a fin de mantener su relación romántica».
Además, el grupo enamorado mostró una mayor conectividad entre numerosas estructuras relacionadas con la cognición social. «Estos resultados arrojan luz sobre los mecanismos neurofisiológicos subyacentes del amor romántico mediante la investigación de la actividad cerebral», subrayan los investigadores.
de psiquiatria.com

lunes, 9 de noviembre de 2015

la dulzura de la tristeza

Las emociones negativas impulsan el consumo de alimentos dulces.


Un estudio de investigadores de la Universidad Cornell (EEUU) ha revelado cómo el estado emocional de una persona afecta a su percepción de los sabores. En particular, la investigación constató que los individuos que sienten emociones negativas tienden a tener más antojo de dulce que aquellos que disfrutan de un estado de ánimo positivo.
“Hemos determinado cómo las emociones surgidas a partir de los resultados de partidos universitarios de hockey influían en la percepción de lo dulce, lo salado, lo amargo, lo ácido y lo umami (o sabroso), así como las respuestas hedónicas  o el gusto o disgusto de los alimentos”, explica Robin Dando, profesor de ciencia alimenticia de dicha Universidad, en un comunicado institucional.
Dando, junto con Corinna Noel, una estudiante de doctorado en ciencia alimenticia, han publicado los resultados de su estudio en  la revista Appetite.
“Las manipulaciones emocionales propiciadas por la percepción agradable  o desagradable de eventos reales de la vida puede influenciar en la aceptación de las comidas”, asegura Dando. “Este resultado señala que la modulación de la percepción del gusto podría dirigir la alimentación cuando se tienen emociones negativas”, añade.
El estudio mostró que las emociones vividas cada día pueden alterar la experiencia placentera o no de las comidas menos apetecibles, lo que implica que existe una conexión entre emociones y alimentación.
Dando explica que  “en momentos de afectos negativos, lo que es desagradable por naturaleza pasa a ser aún más desagradable para el gusto”. Esto se resumiría en que “si nuestro equipo gana, mantendremos nuestra rutina alimenticia; pero si pierde, iremos a comprarnos un helado”, concluye el investigador.
de psiquiatria.com

lunes, 2 de noviembre de 2015

comprar, comprar, comprar

El test que dice si eres adicto a las compras


¿Es un adicto a las compras? Si quiere salir de dudas puede hacer el test desarrollado por un equipo de investigadores de la Facultad de Psicología de la Universidad de Bergen (UIB), denominado la ‘Escala Bergen’, que mide la adicción a las compras. El nuevo método, que se avanza en la revista «Frontiers in Psychology», se basa en los elementos fundamentales de la adicción ya reconocido como criterios de diagnóstico para otras adicciones y es el primero de este tipo en todo el mundo.
La escala utiliza siete preguntas básicas que definen si una personas es o no una adicta a las compras: ¿piensa en compras o en comprar cosas todo el tiempo?, ¿se va de compras o compra cosas para cambiar su estado de ánimo?, ¿la necesidad de comprar le llegan a afectar negativamente en sus obligaciones diarias, colegio, trabajo…?, ¿siente a menudo que tiene que ir de compras o comprar cada vez más para obtener la misma satisfacción que antes?, ¿ha decidido comprar pero no ha sido capaz de hacerlo?, ¿se siente mal si por alguna razón no puede ir de compras?, y ¿el hecho de comprar tanto ha llegado a deteriorar su calidad de vida?

¿Piensa en compras o en comprar cosas todo el tiempo?

Si usted está ‘muy de acuerdo’ o ‘totalmente de acuerdo’ en al menos cuatro de los siete elementos es posible que sea un adicto a las compras. Y, como señalan en este informe, los síntomas de la adicción a las compras están estrechamente relacionados con los de la adicción a las drogas, el alcoholismo y otras adicciones.
«La tecnología ha hecho que comprar sea muy accesible, la que facilita que la aparición de adicciones» explica Cecilie Schou Andreassen, que también trabaja en la Universidad de Yale (EE.UU.).
Según el Centro CAT de Barcelona, el perfil típico del comprador compulsivo es una mujer, en torno a la treintena, de no importa que clase social, que ha desarrollado este hábito a fuerza de comprar ropa, zapatos, joyas y productos de belleza. Aunque no hay que olvidar que también hombres, aunque muchos menos, y sus preferencias se decantan por los aparatos eléctricos y las herramientas para el hogar. Sin embargo, no está no catalogado como un trastorno mentales. Algunos estudios estiman una prevalencia en la población de entre el 2 y el 8 %.
Andreassen explica que la adicción a las compras es más frecuente en ciertos grupos demográficos y en las mujeres. Suele «iniciarse durante la adolescencia tardía o los primeros años de la edad y parece disminuir con la edad».
Además, añade, está relacionada con ciertos rasgos de personalidad: personas con mayor grado de extroversión y neuroticismo tienen un mayor riesgo de desarrollar adicción a las compras. Los extrovertidos, aclara, «lo hacen en una búsqueda de sensaciones y pueden utilizar las compras de expresar su individualidad o mejorar su estatus social y su atractivo personal». En cuanto las personas neuróticas, continúa, son «ansiosos, depresivos y conscientes de sí mismo, y parece que podrían utilizar las compras como un medio para reducir sus sentimientos negativos».
de psiquiatria.com