Cuando los partidos de fútbol se deciden por
penaltis, los guardametas incurren en un patrón de defensas, conocido como “la
falacia del apostador”, que sus adversarios bien podrían aprovechar, según un
estudio que publicó hoy la revista Current Biology. Para su estudio, titulado
“Predictibilidad asimétria y competencia cognitiva en los duelos de penales en
el fútbol”, los científicos Erman Misirlisoy y Patrick Hggard, del Colegio
Universitario de Londres, examinaron 361 tiros de penalti de 37 partidos de la
Copa Mundial y la Eurocopa entre 1976 y 2012.
“Los deportes
proporcionan demostraciones poderosas de las estrategias cognitivas que
subyacen en el comportamiento competitivo”, escribieron los científicos del
Instituto de Neurociencia Cognitiva.
Los penaltis son poco frecuentes durante el
curso del partido y el análisis de esos indica que tanto los jugadores que los
ejecutan como los guardametas usan una estrategia mixta y eligen al azar si han
de tirar o lanzarse a la izquierda o la derecha.
El estudio de los
cientos de penaltis en los duelos de desempate llevó a los autores a la
conclusión de que los guardametas exhiben en esa secuencia rápida un claro
patrón de comportamiento en sus intentos por detener la pelota.
Los investigadores registraron la dirección en
que el jugador pateó la pelota (izquierda, derecha, centro) y la dirección en
la cual se movió el portero.
“Los guardametas
permanecieron en el centro del arco sólo raras veces (2,49 %) y los pelotazos
al centro también fueron raros (9,14 %)”, explicó el articulista. “Los porteros
fueron casi igualmente propensos a lanzarse a la izquierda o a la derecha, de
la misma forma que los jugadores fueron propensos a patear a uno u otro lado
casi en proporciones similares”.
La diferencia se registró
en la dirección a la cual se lanzaron los arqueros durante una secuencia
de penalties.
“Cuando los pateadores
lanzaron la pelota repetidas veces en la misma dirección, los porteros se
tornaron más propensos a lanzarse en dirección opuesta en el tiro siguiente”,
añadieron los investigadores.
Y esto es lo que los
científicos denominan “la falacia del apostador”: en el casino, por ejemplo, no
es una buena idea colocar una apuesta grande en un número negro sólo porque ha
habido varias rondas de sorteo a favor de los rojos.
Haya ocurrido lo que haya ocurrido antes, los
“rojos” y los “negros” -o en el caso de los tiros penales, la izquierda o la
derecha- siguen teniendo exactamente las mismas probabilidades (50 %) en cada
nueva instancia.
Misirlisoy sugiere que
un guardameta podría elegir una secuencia de atajadas al azar, antes del duelo,
y atenerse a ella ocurra lo que ocurra. Mientras los porteros no hagan eso, los
jugadores que patean los penales podrían pronosticar hacia qué lado es más
probable que se lance el guardameta.
de psiquiatria.com
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