Hallan limitaciones en el cerebro
que explican por qué una tarea resulta sencilla o difícil de aprender.
El aprendizaje de una nueva habilidad es más
fácil cuando se relaciona con una capacidad que ya tenemos, como por ejemplo,
un pianista aprende más fácilmente a tocar una nueva melodía fácil que a
realizar un saque de tenis. Este nuevo trabajo, publicado en la portada de este
jueves de ‘Nature’, revela las limitaciones en el cerebro que pueden explicar
por qué sucede esto.
La comprensión de las
formas en las que la actividad del cerebro puede ser “flexionada” durante el
aprendizaje podría emplearse para desarrollar mejores tratamientos para el
accidente cerebrovascular y otras lesiones cerebrales. El autor principal de
este trabajo, Patrick T. Sadtler, candidato en el Departamento de Bioingeniería
de Pitt, compara estos resultados con cocinar.
“Suponga que tiene la harina, el azúcar, la levadura, los huevos, la sal
y la leche. Puede combinarlos para hacer diferentes productos: pan, tortitas y
galletas, pero sería difícil hacer hamburguesas con ellos”, pone como ejemplo
Sadtler. “Hemos encontrado que el cerebro funciona de manera similar durante el
aprendizaje. Los sujetos fueron capaces de recombinar con mayor facilidad
patrones de actividad conocidos en nuevas maneras en comparación con crear
patrones totalmente nuevos”, afirma.
Debido a que los patrones cerebrales
existentes probablemente reflejan cómo están interconectadas las neuronas, los
resultados sugieren que la conectividad entre las neuronas forma el
aprendizaje. “Queríamos estudiar cómo el cerebro cambia su actividad cuando se
aprende y cómo su actividad no puede cambiar. La flexibilidad cognitiva tiene
un límite y queríamos averiguar a qué se parece ese límite en términos de las
neuronas”, resume Aaron P. Batista, profesor asistente de bioingeniería en
Pitt.
de psiquiatria.com
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