miércoles, 31 de diciembre de 2014

lunes, 22 de diciembre de 2014

de cómo sería tu vida si te tocase la lotería

La ciencia ya sabe qué haran los premiados y cómo afecta a sus vidas

Tienden a volverse conservadores, pocos dejan el trabajo y empeora su salud física.



Conservador, no deja su trabajo y empeora su salud física, aunque no la mental. Ese podría ser el destino de los que ganen el Gordo de la Lotería de Navidad. Desde la economía hasta la psicología, muchos han estudiado por qué se juega a algo con tan pocas probabilidades de ganar como es la lotería y, en caso de hacerlo, cómo afecta a la vida de los afortunados. Sus conclusiones no son como para descorchar una botella de cava.
Aunque hay muchos estudios sobre por qué se juega a la lotería en España, apenas hay trabajos sobre el destino de sus ganadores. Sin embargo, la ciencia sí ha investigado fuera de España.
Lo de dejar de trabajar es una de las frases más recurrentes entre los que sueñan con ganar un gran premio. Pero, en realidad, pocos lo hacen. El estudio más amplio sobre cómo afecta un boleto premiado a las ganas de trabajar, lo realizaron dos investigadores suecos hace unos años.  Sólo el 12% de los ganadores de la lotería en Suecia han dejado el trabajo
Más obvia parece la tendencia al conservadurismo entre los que ganan una gran cantidad de dinero de repente. 

En uno de los escasos trabajos que han relacionado ganar a la lotería y política en España, un estudio de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada encontró una correlación pequeña pero significativa entre dónde había tocado la Lotería de Navidad y el aumento del voto por el partido gobernante en las siguientes elecciones. Pero, el efecto es muy pequeño, apenas del 0,21%. Además, cuanto más tarden en celebrarse las próximas elecciones, el peso del Gordo es menor. En las provincias donde toca el 'Gordo' el partido gobernante recibe votos extra en las siguientes elecciones.
Otro grupo de investigadores también británicos usaron la misma Encuesta de Hogares Británicos , pero esta vez buscaban averiguar si ganar la lotería afectaba tanto a la salud psíquica como física y en qué sentido. Sus resultados parecen paradójicos. Por un lado, confirmaron la mejoría de la salud mental encontrada en el trabajo de Oswald. Pero, por otro, comprobaron que los ganadores tienden a empeorar su estilo de vida. Por ejemplo, vieron una correlación entre ser premiado y empezar a fumar o beber con más asiduidad.
de elpais.com

lunes, 15 de diciembre de 2014

lo fácil fue difícil

Hallan limitaciones en el cerebro que explican por qué una tarea resulta sencilla o difícil de aprender.

El aprendizaje de una nueva habilidad es más fácil cuando se relaciona con una capacidad que ya tenemos, como por ejemplo, un pianista aprende más fácilmente a tocar una nueva melodía fácil que a realizar un saque de tenis. Este nuevo trabajo, publicado en la portada de este jueves de ‘Nature’, revela las limitaciones en el cerebro que pueden explicar por qué sucede esto.
La comprensión de las formas en las que la actividad del cerebro puede ser “flexionada” durante el aprendizaje podría emplearse para desarrollar mejores tratamientos para el accidente cerebrovascular y otras lesiones cerebrales. El autor principal de este trabajo, Patrick T. Sadtler, candidato en el Departamento de Bioingeniería de Pitt, compara estos resultados con cocinar.
“Suponga que tiene la harina, el azúcar, la levadura, los huevos, la sal y la leche. Puede combinarlos para hacer diferentes productos: pan, tortitas y galletas, pero sería difícil hacer hamburguesas con ellos”, pone como ejemplo Sadtler. “Hemos encontrado que el cerebro funciona de manera similar durante el aprendizaje. Los sujetos fueron capaces de recombinar con mayor facilidad patrones de actividad conocidos en nuevas maneras en comparación con crear patrones totalmente nuevos”, afirma.
Debido a que los patrones cerebrales existentes probablemente reflejan cómo están interconectadas las neuronas, los resultados sugieren que la conectividad entre las neuronas forma el aprendizaje. “Queríamos estudiar cómo el cerebro cambia su actividad cuando se aprende y cómo su actividad no puede cambiar. La flexibilidad cognitiva tiene un límite y queríamos averiguar a qué se parece ese límite en términos de las neuronas”, resume Aaron P. Batista, profesor asistente de bioingeniería en Pitt.
de psiquiatria.com

lunes, 8 de diciembre de 2014

cómo dibujabas a los cuatro años?

Una investigación halla que cuanto más complejos son los dibujos, mayor será la inteligencia de los niños.


Cómo un niño dibuja a los 4 años es un indicador de la inteligencia que tendrá a los 14, asegura un estudio de la King’s College London publicado en Psychological Science.
Los investigadores estudiaron 7.752 pares de gemelos y mellizos (un total de 15.504 niños) y hallaron que el vínculo entre los dibujos y la inteligencia se debe a los genes.
A los 4 años de edad los padres les pidieron a sus hijos que hicieran el test consistente en dibujar la figura de un niño. Cada figura era puntuada del 0 al 12 dependiendo de la presencia y cantidad correcta de características: como la cabeza, la nariz, los ojos, la boca, las orejas, el pelo, los brazos, etc.
Por ejemplo, un dibujo con dos piernas, dos brazos, una cabeza y un cuerpo pero sin rasgos faciales, se puntúa con un 4. Los investigadores hallaron que las mayores calificaciones del test estaban moderadamente asociadas con mayores niveles de inteligencia a los 4 y 14 años.
«El test del dibujo fue concebido en los años 20 para evaluar la inteligencia de los niños, por lo que el hecho de que el test se vincule con la inteligencia de los niños a los 4 años era previsible. Lo que nos sorprendió es que también esté relacionado con la inteligencia una década después (a los 14)», señala Rosalin Arden, autora del estudio.
«La correlación es moderada, por lo que nuestro hallazgo es interesante, pero no significa que los padres tengan que preocuparse si sus hijos dibujan mal. La habilidad para dibujar no determina la inteligencia, hay muchos otros factores, genéticos y medioambientales, que afectan a la inteligencia a lo largo del tiempo», matizó.
Los investigadores también midieron el componente hereditario de los dibujos. Los gemelos comparten todos sus genes, mientras que los mellizos solo la mitad, pero cada par tiene la misma educación, ambiente familiar y accede a los mismo materiales.
En general, a los 4 años de edad, los dibujos de los gemelos son más parecidos que aquellos que hacen los mellizos. Por lo tanto, los investigadores concluyeron que las diferencias en los dibujos de los niños tienen una importante relación con los genes. Incluso, hallaron que entre los dibujos a los 4 años de edad y la inteligencia a los 14 existe una relación genética.
«Dibujar es un comportamiento antiguo, que data de hace 15.000 años. A través de los dibujos les mostramos a los demás qué es lo que hay en nuestra mente. Esta capacidad para reproducir figuras es una habilidad única del ser humano y una señal de nuestra habilidad cognitiva, de una manera similar a la acción de escribir, que permite a la especie humana almacenar información y construir la civilización», concluye Arden.
de psiquiatria.com

lunes, 1 de diciembre de 2014

tv dinner

Ver películas de acción nos hace comer más que un programa de entrevistas.

Una cantidad cada vez mayor de investigación muestra una asociación entre ver la televisión y un mayor consumo de alimentos y un estilo de vida más sedentario. Ahora, un nuevo estudio de la Universidad de Cornell, en Ithaca, Nueva York, Estados Unidos, señala que no toda la televisión es igual, sino que algunos programas, como las películas de acción, pueden llevar a las personas a comer dos veces más que otros espacios televisivos.
“Detectamos que si se ve una película de acción, los refrigerios que se llevan a la boca también tienen más acción”, afirma el autor principal del estudio, Aner Tal. “En otras palabras, cuanto más distrae el programa que se está viendo, se tiende a comer más”, añade este investigador de este trabajo, cuyas conclusiones se publican en ‘The Journal of the American Medical Association: Internal Medicine’.
En el estudio, realizado por expertos de ‘Cornell Food and Brand Lab’, en Estados Unidos, 94 estudiantes universitarios comieron ‘M&Ms’, galletas, zanahorias y uvas mientras veían 20 minutos de programación de televisión. Un tercio de los participantes visualizaron un segmento de la película de acción ‘The Island’ (‘La isla’); un tercio observó un trozo del programa de entrevistas ‘The Charlie Rose Show’ y una tercera parte de los participantes en el análisis observó el mismo segmento de la película pero sin sonido.
“Las personas que vieron ‘La isla’ comieron casi el doble de piscolabis, un 98 por ciento más que los que siguieron el programa de entrevistas”, revela el coautor Brian Wansink, autor de ‘Slim by Design’ (de próxima publicación) y profesor y director del ‘Cornell Food and Brand Lab’. “Incluso aquellos visualizaron ‘The Island’ sin sonido comieron un 36 por ciento más”, añade.
Además, los individuos que participaron en este estudio que siguieron el contenido de acción que distrae más también consumieron más calorías: 354 calorías consumidas por los espectadores de ‘La Isla’ (314 calorías en el caso de los que la visualizaron sin sonido) en comparación con 215 calorías de los que siguieron ‘The Charlie Rose Show’.
“Los programas más estimulantes que son de ritmo rápido e incluyen muchos cortes de cámara, realmente atraen y distraen la atención de lo que se está comiendo. Pueden hacer que una persona coma más porque está prestando menos atención a la cantidad que está metiendo en su boca”, detalla Tal. Por ello, los programas que involucran más a los espectadores podrían terminar siendo peor para sus dietas.
de psiquiatria.com