La empatía con los extraños se
puede aprender.
Se puede aprender a empatizar con los
extraños. Sorprendentemente, experiencias positivas con personas de otro grupo
desencadenan un efecto de aprendizaje en el cerebro, lo que aumenta la empatía,
según revelan investigadores de la Universidad de Zurich, en Suiza, quienes señalan
que un puñado de experiencias positivas de aprendizaje ya es suficiente para
que una persona se vuelva más empática.
Los conflictos entre personas de diferentes
nacionalidades y culturas a menudo derivan de una falta de empatía o compasión
por ‘el extraño’, de forma que más empatía por los miembros de otros grupos
podría fomentar la coexistencia pacífica. Esta investigación realizada por
expertos de la Universidad de Zurich se centró en analizar si la empatía con
extraños puede ser aprendida y cómo influyen las experiencias positivas con los
demás en las respuestas empáticas del cerebro.
El psicólogo y neurocientífico Grit Hein se
asoció con Philippe Tobler, Jan Engelmann y Marius Vollberg para medir la
activación cerebral en los participantes que habían tenido experiencias
positivas con un miembro de su propio grupo (miembro de grupo) u otro grupo
(miembro fuera del grupo).
Al comienzo del estudio, el dolor del
desconocido provocó una activación cerebral más débil en el participante que si
un miembro de su propio grupo se veía afectado, pero sólo un puñado de
experiencias positivas con alguien del grupo de desconocidso llevó a un aumento
significativo de las respuestas cerebrales empáticas si se infligía dolor a una
persona diferente del grupo externo. Cuanto más fuerte era la experiencia
positiva con el desconocido, mayor fue el aumento de la empatía neuronal.
El incremento de la respuesta cerebral
empática para el grupo externo es impulsado por una señal de aprendizaje
neuronal que se desarrolla a través de experiencias sorprendentemente positivas
con un extraño. “Estos resultados revelan que las experiencias positivas con un
extraño se transfieren a otros miembros de este grupo y aumentan la empatía por
ellos”, concluye Hein.
de psiquiatria.com
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