Asocian la empatía con unos niveles más bajos de estrés
Investigadores
de la Universidad McGill, en Canadá, aseguran que la empatía o capacidad de
sentir y compartir las emociones de los demás se está relacionada con los
niveles de estrés, que aumentan en presencia de desconocidos, según los
resultados de un trabajo que publica la revista ‘Current Biology’.
La empatía
está siendo cada vez más estudiada por los científicos ante el papel que puede
jugar en trastornos psicológicos como el autismo. En muchos casos se usa el
dolor como un estímulo ya que es más fácil de medir. De hecho, en un trabajo
previo los autores de este trabajo recurrieron a este enfoque para demostrar
que la capacidad de empatizar puede detectarse en otros animales como los
ratones.
En esta
ocasión, compararon las reacciones de varios estudiantes a estímulos dolorosos
en diversos escenarios: en solitario, acompañados de un amigo, con
desconocidos.
En
todos los casos, se pidió a los participantes sumergir su brazo en agua helada
para calificar su dolor, y vieron que éste obtenía la misma puntuación cuando
estaban solos o con un extraño pero aumentaba cuando estaban con un amigo.
“Puede
parecer que sufrir más dolor en presencia de un amigo es una mala noticia, pero
en realidad es una señal de que hay una fuerte empatía entre ambas personas”,
según ha reconocido Jeffrey Mogil, autor del trabajo.
Estudios
previos en laboratorio habían demostrado que dos ratones no sienten empatía
cuando no se conocen pero, si están familiarizados el uno con el otro, por
ejemplo si comparten jaula, sentían más dolor ante un estímulo que si lo hacen
cuando se sometían a la misma experiencia dolorosa solos.
Pero
este trabajo es el primero demostrar en humanos la misma barrera a la empatía
en la presencia de extraños entre los humanos. Y para tratar de buscar una
explicación a esta barrera, los expertos trataron de observar si podía deberse
al estrés de estar cerca de un extraño.
Para
ello, los investigadores dieron a ratones y humanos metopirona, fármaco que
regula la reacción de “huida o lucha” del estrés, y en ambos casos se vio como
mostraban empatía por el extraño. Y para confirmarlo, se volvió a juntar a los
participantes con otra pareja de extraños con los que, en esta ocasión sin
fármaco, estuvieron jugando a un videojuego antes de medir su dolor y “estrés
social”.
Después
de sólo 15 minutos, estos participantes mostraron empatía hacia los extraños
cuando experimentaron el dolor del agua helada. “Resulta que incluso una
experiencia compartida que es tan superficial como jugar juntos a un videojuego
puede cambiar a la gente”, según los expertos.
de psiquiatria.com
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