Un equipo de
neurocientíficos de la Universidad de Bristol, en Inglaterra, ha descubierto
una vía neuronal que subyace a comportamientos emocionales críticos para la
supervivencia. La nueva investigación, descrita en el Journal of Physiology, ha
identificado más concretamente una cadena de conexiones neuronales
que vincula
el circuito de supervivencia central a la médula espinal, haciendo que el
cuerpo se “congele” al experimentar miedo. La comprensión de cómo funcionan
estas vías nerviosas es un paso fundamental para el desarrollo de tratamientos
eficaces para trastornos emocionales como la ansiedad, los ataques de pánico o
las fobias.
Existe una importante
región del cerebro responsable de cómo humanos y animales responden al peligro
es la sustancia gris periacueductal. Esta sustancia, que rodea el acueducto
cerebral en el mesencéfalo, puede desencadenar respuestas como la paralización,
un alto ritmo cardíaco, el aumento de la presión arterial o el deseo de huir o
de pelear.
La investigación lo
que ha descubierto es una vía cerebral que va desde la sustancia gris
periacueductal a una parte muy localizada del cerebelo, llamada pyramis; y ha
demostrado que la pyramis está involucrada en la generación del comportamiento
de paralización cuando las redes centrales de la supervivencia se activan, ante
situaciones amenazantes innatas o aprendidas.
Por tanto, la pyramis
podría servir como punto clave de convergencia entre las diversas redes
neuronales de supervivencia, e impulsar la reacción ante una situación
emocionalmente difícil.
La Dra. Stella
Koutsikou, primera autora del estudio explica en un comunicado de la
Universidad de Bristol que «hay un creciente consenso en que la comprensión de
los circuitos neuronales subyacentes a la conducta por miedo es un paso
fundamental para el desarrollo de tratamientos eficaces para aquellos cambios de
comportamiento asociados con los trastornos emocionales».
El profesor Bridget
Lumb, de la misma Universidad, agrega que «nuestro trabajo presenta el
siguiente concepto: que el cerebelo es un objetivo prometedor de futuras
estrategias terapéuticas destinadas a gestionar la desregulación de los estados
emocionales propia de trastornos de pánico y fobias».
de psiquiatria.com
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