viernes, 30 de mayo de 2014
jueves, 29 de mayo de 2014
lunes, 26 de mayo de 2014
jueves, 22 de mayo de 2014
Consejos irreverentes para niñas desobedientes
Mark Twain
escribió en 1865 una serie de irreverentes consejos para niñas, publicados dos
años más tarde, el tono de sus consejos supuso una nota discordante en la
época. “Por entonces la literatura
infantil estadounidense era fundamentalmente didáctica y se dirigía a un lector
imaginario: un niño o niña ideales que inmediatamente después de leer el cuento
incorporarían a sus héroes como modelos de conducta. Twain no se contuvo para
que lo leyesen y lo comprendiesen los niños, sino que les pidió que se
esforzasen para absorber el lenguaje y el humor de los adultos”.
Los Consejos para niñas pequeñas de Mark
Twain están
llenos de invitaciones a las niñas pequeñas a pensar por sí mismas, dejando a
un lado las expectativas de sus mayores de un modo inteligente y pícaro. Lo que
Twain quiere es ignorar las restricciones impuestas por la sociedad, o más bien
ayudarnos a ignorarlas y a pensar de manera independiente en lugar de obedecer ciegamente las
normas y costumbres sociales.
Con
aparente simplicidad, Consejos
para niñas pequeñas bucea en las profundidades de la
condición humana y sorprende por su combinación de irreverencia y ternura.
En próximos posts os dejaremos con este peculiar manual de autoayuda, eso si, cuidado porque puede que funcione…
jueves, 15 de mayo de 2014
el mecanismo cerebral que nos deja "helados de miedo"
Un equipo de
neurocientíficos de la Universidad de Bristol, en Inglaterra, ha descubierto
una vía neuronal que subyace a comportamientos emocionales críticos para la
supervivencia. La nueva investigación, descrita en el Journal of Physiology, ha
identificado más concretamente una cadena de conexiones neuronales
que vincula
el circuito de supervivencia central a la médula espinal, haciendo que el
cuerpo se “congele” al experimentar miedo. La comprensión de cómo funcionan
estas vías nerviosas es un paso fundamental para el desarrollo de tratamientos
eficaces para trastornos emocionales como la ansiedad, los ataques de pánico o
las fobias.
Existe una importante
región del cerebro responsable de cómo humanos y animales responden al peligro
es la sustancia gris periacueductal. Esta sustancia, que rodea el acueducto
cerebral en el mesencéfalo, puede desencadenar respuestas como la paralización,
un alto ritmo cardíaco, el aumento de la presión arterial o el deseo de huir o
de pelear.
La investigación lo
que ha descubierto es una vía cerebral que va desde la sustancia gris
periacueductal a una parte muy localizada del cerebelo, llamada pyramis; y ha
demostrado que la pyramis está involucrada en la generación del comportamiento
de paralización cuando las redes centrales de la supervivencia se activan, ante
situaciones amenazantes innatas o aprendidas.
Por tanto, la pyramis
podría servir como punto clave de convergencia entre las diversas redes
neuronales de supervivencia, e impulsar la reacción ante una situación
emocionalmente difícil.
La Dra. Stella
Koutsikou, primera autora del estudio explica en un comunicado de la
Universidad de Bristol que «hay un creciente consenso en que la comprensión de
los circuitos neuronales subyacentes a la conducta por miedo es un paso
fundamental para el desarrollo de tratamientos eficaces para aquellos cambios de
comportamiento asociados con los trastornos emocionales».
El profesor Bridget
Lumb, de la misma Universidad, agrega que «nuestro trabajo presenta el
siguiente concepto: que el cerebelo es un objetivo prometedor de futuras
estrategias terapéuticas destinadas a gestionar la desregulación de los estados
emocionales propia de trastornos de pánico y fobias».
de psiquiatria.com
viernes, 9 de mayo de 2014
las caras menos atractivas se recuerdan mejor
Un estudio de la Universidad Friedrich Schiller de Jena, en Alemania, han descubierto que ser atractivo no basta para que se acuerden de tu cara después de haberte visto, a no ser que esa belleza venga acompañada de unos rasgos más marcados, ya que estos son claves a la hora de recordar un rostro.
En su
estudio, publicado en la revista ‘Neuropsychologia’, el psicólogo
Holger Wiese y su equipo analizaron la capacidad de retener en la memoria
diferentes rostros y, en contra de lo que se pensaba, se vio que ser guapo no
es suficiente para dejar huella.
Wiese
puso como ejemplo a la actriz Angelina Jolie, cuya belleza
se basa en unos ojos grandes y unos labios carnosos que facilitan recordar
mejor su rostro “en comparación con otras caras también atractivas, pero
simétricas”.
En su
trabajo participaron un grupo de voluntarios a los que fueron
mostrando diversas fotografías de rostros de personas para ellos desconocidos.
De estas caras, la mitad eran de personas poco atractivas y los encargados de
visualizarlas apenas tenían unos segundos para memorizarlas.
Días
después, los mismos voluntarios volvían a ver las fotos y tenían que decir qué
caras recordaban y cuáles no. De este modo, vieron que eran capaces de recordar
mejor a quienes eran menos atractivos a pesar de que, como reconoció Wiese, “se
pensaba que los más guapos eran más fáciles de recordar”.
De
hecho, en el caso de las personas guapas vieron que había incluso más falsos
positivos, y decían recordar a personas cuyo rostro no se le había mostrado en
la primera fase del estudio. “Tendemos a creer que hemos visto un rostro
simplemente porque nos resulta atractivo”, apuntó este experto.
de psiquiatria.com
viernes, 2 de mayo de 2014
gramática de la expresión facial
Cómo leer el espejo del alma
Científicos de Ohio codifican los 21 gestos que delatan la emoción humana
El avance enriquece la ciencia del conocimiento y la visión de los robots
Los
estudios de psicología experimental y de visión artificial han usado hasta
ahora seis gestos: felicidad, sorpresa, enfado, tristeza, miedo y asco (alguno
lo quiso dejar en cuatro, asociando asco y miedo por un lado y felicidad y
sorpresa por otro). El nuevo trabajo de la Universidad de Ohio lo expande a 21 expresiones faciales
descifrando una especie de gramática de la expresión facial, con categorías compuestas como
felizmente sorprendido, o tristemente temeroso. Tras analizar la cara de 230
individuos en todas esas tesituras, concluyen que cada una implica una
combinación distinta de los músculos de la cara, y que los sistemas de visión
artificial (FACS, facial action coding
system) reconocen las siete expresiones básicas con 97% de
precisión, y las expresiones compuestas con el 77%. Los resultados son
importantes para la investigación del conocimiento humano, o cognitiva, la
neurología y los sistemas de visión artificial, incluidas las prótesis para
ciegos (y para que los robots interpreten los gestos de sus interlocutores
humanos, o los reproduzcan).
“Nuestro
trabajo introduce un tipo importante de categorías emocionales, llamado
emociones compuestas”, dice Aleix Martínez, coautor del estudio y científico
cognitivo de los departamentos de Ingeniería de Computación y Ciencias del Cerebro de la Universidad
Estatal de Ohio en
Columbus. Estas categorías compuestas están formadas por la combinación de dos
o más categorías básicas —o cardinales— de respuestas emocionales.
Por
ejemplo, la consternación puede entenderse como el sentimiento de asco
combinado con el de indignación, y así lo demuestran los experimentos de
Martínez y sus colegas: los indicadores faciales de la consternación —como la
apertura de los párpados o la curvatura de la boca— son, en afecto, una
combinación de los gestos del asco y el enfado. El odio es una combinación de
los mismos dos componentes, aunque esta vez con el énfasis puesto más en el
enfado que en la repugnancia.
Los
anteriores son casos en que una sola palabra abarca la combinación de dos
emociones básicas (o cardinales). Las más de las veces, el gesto combinado (o
la emoción compuesta) requiere combinar también las palabras que designan a las
emociones elementales: felizmente sorprendido, tristemente sorprendido,
asqueadamente sorprendido, tristemente atemorizado, tristemente enfadado y así
hasta las 15 emociones compuestas que, a partir de ahora, tendrán que usar los
estudios cognitivos, los psicólogos y los robots.
de elpais.com
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