La testosterona favorece
comportamientos agresivos, pero también generosos
Un nuevo estudio concluye que esta hormona
esteroidea "puede causar en los hombres un comportamiento prosocial"
La testosterona se ha
vinculado históricamente a conductas agresivas La testosterona
promueve comportamientos orientados a alcanzar un estatus social más elevado,
lo que significa que está relacionada con actitudes agresivas, pero también con
otras generosas, según un estudio que publica hoy la revista Proceedings of The
National Academy os Sciences (PNAS).
Tradicionalmente, los altos niveles de esa
hormona esteroidea, clave en el desarrollo sexual masculino, se habían asociado
con la agresividad y la falta de generosidad en los humanos, pero hasta ahora
los estudios que habían tratado de certificarlo se consideraban poco creíbles
por supuestos problemas metodológicos.
El nuevo estudio, dirigido por el Instituto
de Neurociencia del Trinity College de Dublín, concluye que la
testosterona "puede causar en los hombres un comportamiento
prosocial", es decir, que beneficie a otros, por lo que tiene un
"papel más complejo" en la conducta humana del que se creía.
A los participantes en el estudio, un grupo de
47 hombres jóvenes sanos, se les inyectó o bien enantato de testosterona o bien
un placebo, y se les sometió a una variación de la prueba económica
experimental conocida como "el juego del ultimátum".
En esta prueba, un jugador propone a otro una
manera de dividirse una importante suma de dinero y, si el segundo acepta la
oferta, ambos reciben la misma cantidad de dinero, pero si la rechaza, ninguno
de los dos obtiene nada.
Para el estudio, el juego se modificó de tal
forma que una vez que los participantes habían aceptado o rechazado una oferta,
tenían la posibilidad de recompensar o "castigar" a quien se la había
hecho al quedarse con más o menos dinero del ofrecido originalmente.
"Concluimos que los participantes
tratados con testosterona eran más proclives a castigar a quien les proponía
(el trato), y que los niveles altos de testosterona estaban específicamente asociados con
un castigo mayor para quienes hacían ofertas injustas", indica el estudio.
Pero además, "cuando los participantes
tratados con testosterona recibían ofertas de cantidades grandes, eran más
proclives a recompensar a quien se lo proponía y también elegían recompensas
mayores", añade.
"Este aumento de generosidad en un
entorno donde no hay provocación indica que la testosterona también puede causar comportamientos
prosociales que son
apropiados para mejorar el estatus", sostiene el estudio.
"Este descubrimiento no encaja con (la
idea tradicional de) una simple relación entre la testosterona y la agresión, y
proporciona una prueba causal de que la testosterona tiene un papel más complejo
a la hora de motivar comportamientos de mejora del estatus en los
hombres", concluye.
En el estudio también participaron
investigadores del Instituto de Ciencias Cognitivas Marc Jeannerod en Bron
(Francia), del Departamento de Biología Humana de la Universidad de Lyon
(Francia), de la
Universidad de Magdeburgo (Alemania) y del Instituto de
Tecnología de California, en Pasadena (EEUU), entre otros.
De lne.es
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