lunes, 18 de enero de 2016

control de impulsos primatológicos

Los niños de tres años controlan sus impulsos prácticamente de la misma forma que lo hacen los chimpancés, mientras que a los seis años ya tienen una mayor capacidad de autocontrol, según los resultados de un estudio del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Leipzig (Alemania) en el que ha participado la Universidad Complutense de Madrid (UCM).
En el trabajo, cuyos resultados publica la revista ‘Developmental Science’, incluyó una batería de pruebas realizadas en 65 niños y niñas de tres y seis años y en 34 chimpancés, y entre las causas que barajan los autores para explicar este cambio entre una edad y otra está la enseñanza activa de este tipo de habilidades de control por parte de padres, madres y otros adultos.
La capacidad de controlar los impulsos está relacionada con la capacidad de los niños a adaptarse a nuevas situaciones sociales, como puede ser el colegio o las relaciones con nuevos amigos.
“La interacción o cooperación con otros posiblemente implica la inhibición de impulsos como ‘coger lo que uno quiera’ o ‘ser el primero en todo’”, ha explicado Victoria Hernández Lloreda, investigadora del departamento de Metodología de las Ciencias del Comportamiento de la UCM y una de las autoras del estudio.
Y la cultura humana influiría en el desarrollo de esta capacidad permitiendo a los niños adaptarse a nuevas situaciones sociales y facilitando la resolución de diferentes tareas cognitivas.
De las seis pruebas practicadas, dos de ellas analizaron cómo reaccionaban los participantes ante cambios en el entorno (lo que se conoce como reactividad). La conclusión fue que los niños de seis años mostraban una mayor respuesta de rechazo que los chimpancés hacia la novedad y hacia objetos potencialmente amenazantes para ver si registraban una mayor reactividad.
Sin embargo, manejaban mejor esta reacción que los animales, mostrando una mayor capacidad de autocontrol. Los niños de tres años registraron una posición intermedia.
“Este es el primer estudio donde se compara de forma sistemática, a través de una amplia batería de test, las dos grandes dimensiones del temperamento (reactividad y autorregulación) en niños y chimpancés”, ha subrayado la investigadora española.

 de psiquiatria.com

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