lunes, 10 de agosto de 2015

miénteme, dímelo en cualquier idioma

Si es necesario mentir, ¿influye en qué lengua se hace?


Hasta ahora se había puesto de manifiesto que la emotividad se reduce cuando se expresa en una lengua diferente a la materna y que la toma de decisiones de tipo emotivo se modula en función de la lengua en que se enmarca. Así pues, las personas son más emotivas en su propia lengua y son propensas a tomar decisiones más racionales en un contexto comunicativo no nativo.
Albert Costa, investigador ICREA del Departamento de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (DTIC) y jefe del grupo de investigación en Producción del Lenguaje y Bilingüismo (SPB) en el Centro de Cognición y Cerebro (CBC) de la UPF, conjuntamente con Jon Andoni Duñabeitia, investigador del Centro de Cognición, Cerebro y Lenguaje del País Vasco, ha participado en un estudio publicado en edición avanzada en línea en la revista Psychonomic Bulletin & Review, en el que ha explorado la interacción entre la acción de mentir intencionadamente y el procesamiento de una segunda lengua, distinta de la lengua nativa.
Dado que la mentira requiere de un componente emocional, los investigadores partieron del supuesto de que esta emotividad podría verse atenuada si la mentira se expresaba en una lengua diferente a la materna. Costa y Duñabeitia han estudiado la interacción entre la mentira y el uso de una lengua no nativa, dos acciones capaces de producir estrés en el hablante.
Como ha manifestado Costa, “es importante destacar que la magnitud de los efectos de la mentira fue comparable en los dos idiomas: la mentira en inglés resultó ser tant emotiva como la mentira en español nativo “. Este resultado resultó ser un tanto inesperado, ya que sugiere que los participantes en un idioma extranjero no fueron capaces de distanciarse emocionalmente de las repercusiones de su mentira.
No obstante, como ha manifestado Duñabeitia, “dado que hablar en una lengua no nativa implica una carga cognitiva mayor, la predicción lógica hubiera sido que mentir en inglés debería ser más costoso que mentir en castellano, y los resultados muestran que no ha sido así “. Al mismo tiempo, a pesar de la mayor carga cognitiva asociada con hablar en un lenguaje diferente al nativo, los resultados del estudio demuestran que cierto tipo de distancia emocional está operando en el otro idioma, porque el “coste” de la mentira no ha resultado ser desproporcionadamente mayor en el idioma nativo.

de psiquiatria.com

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