Si
es necesario mentir, ¿influye en qué lengua se hace?
Hasta ahora se había
puesto de manifiesto que la emotividad se reduce cuando se expresa en una
lengua diferente a la materna y que la toma de decisiones de tipo emotivo se
modula en función de la lengua en que se enmarca. Así pues, las personas son
más emotivas en su propia lengua y son propensas a tomar decisiones más
racionales en un contexto comunicativo no nativo.
Albert Costa,
investigador ICREA del Departamento de Tecnologías de la Información y las
Comunicaciones (DTIC) y jefe del grupo de investigación en Producción del
Lenguaje y Bilingüismo (SPB) en el Centro de Cognición y Cerebro (CBC) de la UPF , conjuntamente con Jon
Andoni Duñabeitia, investigador del Centro de Cognición, Cerebro y Lenguaje del
País Vasco, ha participado en un estudio publicado en edición avanzada en línea
en la revista Psychonomic Bulletin & Review, en el que ha explorado la
interacción entre la acción de mentir intencionadamente y el procesamiento de
una segunda lengua, distinta de la lengua nativa.
Dado que la mentira
requiere de un componente emocional, los investigadores partieron del supuesto
de que esta emotividad podría verse atenuada si la mentira se expresaba en una
lengua diferente a la materna. Costa y Duñabeitia han estudiado la interacción
entre la mentira y el uso de una lengua no nativa, dos acciones capaces de
producir estrés en el hablante.
Como ha manifestado Costa, “es
importante destacar que la magnitud de los efectos de la mentira fue comparable
en los dos idiomas: la mentira en inglés resultó ser tant emotiva como la
mentira en español nativo “. Este resultado resultó ser un tanto inesperado, ya
que sugiere que los participantes en un idioma extranjero no fueron capaces de
distanciarse emocionalmente de las repercusiones de su mentira.
No obstante, como ha
manifestado Duñabeitia, “dado que hablar en una lengua no nativa implica una
carga cognitiva mayor, la predicción lógica hubiera sido que mentir en inglés
debería ser más costoso que mentir en castellano, y los resultados muestran que
no ha sido así “. Al mismo tiempo, a pesar de la mayor carga cognitiva asociada
con hablar en un lenguaje diferente al nativo, los resultados del estudio
demuestran que cierto tipo de distancia emocional está operando en el otro
idioma, porque el “coste” de la mentira no ha resultado ser
desproporcionadamente mayor en el idioma nativo.
de psiquiatria.com
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