lunes, 28 de septiembre de 2015

la exposición multilingüística

La exposición infantil a varios idiomas mejora la comunicación


Los niños pequeños que escuchan más de una lengua hablada en casa se vuelven mejores comunicadores, según un nuevo estudio de psicólogos de la Universidad de Chicago (EE.UU.). El hallazgo más novedoso es que los niños ni siquiera tienen que ser bilingües ellos mismos; es la exposición a más de un idioma la que es la clave para la construcción de habilidades de comunicación social efectiva.

Estudios anteriores han examinado los efectos de ser bilingüe en el desarrollo cognitivo. Este estudio, publicado por la revista Psychological Science, es el primero en demostrar los beneficios sociales de simplemente estar expuesto a múltiples idiomas

“Los niños en entornos multilingües tienen amplia práctica social en rastrear quién habla qué a quién, y la observación de los patrones sociales y alianzas que se forman basadas en el uso del lenguaje”, explica Katherine Kinzler, profesora de psicología y experta en lenguaje y desarrollo social, en la información de la Universidad de Chicago. “Estas experiencias socio-lingüísticas tempranas podrían perfeccionar la habilidad de los niños para tomar perspectivas de otras personas y proporcionarles herramientas para una comunicación efectiva.”
“Estar expuesto a múltiples idiomas te da una experiencia social muy diferente, lo que podría ayudar a los niños a desarrollar habilidades de comunicación más eficaces.”  “Nuestro descubrimiento tiene importantes implicaciones políticas, por ejemplo sugiere ventajas previamente no conocidas de la educación bilingüe.”

de psiquiatria.com

lunes, 21 de septiembre de 2015

ansiedad musical

Los músicos extrovertidos controlan la ansiedad un 23% más que el resto, según un estudio de la VIU

La Universidad Internacional de Valencia (VIU) ha concluido en una investigación que los músicos extrovertidos controlan su ansiedad un 23 por ciento más que los introvertidos y que también son los que más rinden. El estudio también ha puesto de manifiesto que el 22 por ciento de los músicos profesionales considera la ansiedad como uno de los principales ‘handicaps’ para el desarrollo de sus carreras.
Así, la investigación ha señalado que el control de la ansiedad “es uno de los principales obstáculos que existen en la profesión de músico”, algo que apoya el 22 por ciento de los profesionales consultados como una de las variables responsables del descenso en el rendimiento de un músico.
El estudio ha reflejado, además, que la tendencia hacia la extroversión-introversión “es un factor influyente en el desarrollo del rendimiento musical”. De esta manera, “los músicos más sociables, vitalistas, despreocupados y aventureros tienen un mayor nivel de rendimiento que aquellos profesionales más reservados, pesimistas o pasivos”, según el estudio.
Por otra parte, los datos del informe han destacado que la media de rendimiento potencial de los músicos es de un 82 por ciento, su nivel de motivación, de un 87 por ciento, y su nivel de confianza también es del 87 por ciento.
Según la autora, esta investigación “trata de encontrar claves que nos ayuden al desarrollo del potencial artístico y musical en la edad adulta”, porque, como ha señalado “el rendimiento no es resultado únicamente de las horas de dedicación”.
Así, Elena Alarcón ha expresado que el músico “debería ser conocedor de cuales son las variables psicológicas que influyen en su rendimiento” y que necesita “aprender a gestionarlas, ya que no hacerlo puede llegar a limitar su potencial. Según ella, “ciertas pautas de entrenamiento de los músicos” también pueden frenar su rendimiento.

de psiquiatria.com

lunes, 14 de septiembre de 2015

borrachera oxitocínica

La oxitocina (como el alcohol) nos desinhibe

Investigadores de la Universidad de Birmingham, en Reino Unido, han puesto de relieve las similitudes significativas entre los efectos conductuales de la oxitocina y el alcohol. Los autores advierten que el apodo utilizado tantas veces para la oxitocina, ‘la hormona del amor’, oculta su lado más oscuro y afirman que tiene más semejanzas con los efectos del alcohol de lo que se pensaba.
La investigación, publicada en la revista ‘Neuroscience and Biobehavioral Reviews’, se basa en los estudios existentes de los dos compuestos y detalla las similitudes entre los efectos del alcohol y la “hormona del amor”, la oxitocina, en nuestras acciones.
La oxitocina es un neuropéptido producido en el hipotálamo y secretado por la glándula pituitaria posterior. Durante mucho tiempo, se ha establecido que juega un papel importante en el parto y la vinculación materna y más recientemente se ha identificado como una sustancia química del cerebro implicada en la determinación de nuestras interacciones sociales y nuestras reacciones de pareja, de ahí su apodo de ‘la hormona del amor’.
La oxitocina aumenta las conductas prosociales como el altruismo, la generosidad y la empatía; haciéndonos más dispuestos a confiar en los demás. Los efectos socio-cognitivos se producen mediante la supresión de la acción de los circuitos corticales límbico y prefrontal, eliminando los frenos de los inhibidores sociales como el miedo, la ansiedad y el estrés.
Cuando se administra por vía nasal, la oxitocina parece reflejar de cerca los efectos bien establecidos de consumo de alcohol, pero los investigadores advierten contra la automedicación, ya sea con la hormona o una bebida rápida para proporcionar un poco más de confianza en los momentos difíciles.
Junto a los problemas de salud que acompañan el consumo frecuente de alcohol, hay efectos socio-cognitivos menos deseables que tanto el alcohol como la oxitocina pueden desencadenar. Las personas puede llegar a ser más agresivas, más jactanciosas, envidiosas de los que consideran como sus competidores y favorecer a su grupo a expensas de otros. Los compuestos pueden afectar a nuestra sensación de miedo, que normalmente actúa para protegernos de meternos en problemas.

de psiquiatria.com

lunes, 7 de septiembre de 2015

descubriendo al perfeccionista

Algunos perfeccionistas pueden ser narcisistas, maquiavélicos y con rasgos de psicopatía


Una investigación del Reino Unido ha analizado los diferentes tipos de perfeccionismo que hay y ha comprobado que quienes ponen el listón muy alto a los demás son narcisistas, maquiavélicos y tienen rasgos de psicopatía.
Así lo afirma Joachim Stoeber, de la Universidad de Kent, en el Reino Unido, quien comparó las características de los llamados perfeccionistas orientados a los otros con los de los perfeccionistas que ponen el listón muy alto para sí mismos. El estudio se publica en Journal of Psychopathology and Behavioral Assessment.
El perfeccionismo es un rasgo de la personalidad que se caracteriza por el establecimiento de estándares muy altos y por ser demasiado crítico con uno mismo o con los otros. Los psicólogos reconocen tres tipos de perfeccionismo, cada uno con diferentes creencias, actitudes, motivaciones y comportamientos.
Los perfeccionistas “orientados a sí mismos” tienen muy altos estándares personales, se esfuerzan por la perfección y esperan de sí mismos ser perfectos. En comparación, los perfeccionistas “socialmente prescritos” creen que ser perfecto es importante de cara a los demás y por lo tanto se esfuerzan por ser impecables. Las personas que tienen una de estas tendencias tienden a ser muy críticos consigo mismos.
Por el contrario, los perfeccionistas “orientados a los otros” son solamente despectivos y críticos acerca de los demás. No sólo esperan que otras personas sean perfectas, sino que también pueden ser muy críticos con aquellos que no cumplen con sus expectativas.
Stoeber encuestó a 229 estudiantes universitarios y encontró que el perfeccionismo auto-orientado parece ser la única de las tres formas que tiene un elemento pro-social. A pesar de que se enfocan en sí mismos, muestran un interés en otros, se preocupan por las normas sociales y sobre las expectativas de los demás. Prefieren el humor afiliativo que mejora las relaciones, y se alejan de los chistes agresivos.
Los perfeccionistas socialmente prescritos, por otro lado, hacen chistes autocríticos, tienen una baja autoestima y una baja autovaloración, y ​​con frecuencia se sienten inferiores. Pueden ser muy antisociales y sin emociones, y no responden bien a los estímulos positivos.
Los perfeccionistas orientados a los otros, a su vez tienen un sentido del humor bastante agresivo, que aplican a expensas de otros. Este es sólo uno de los muchos rasgos poco empáticos que les hacen hacer caso omiso de las expectativas de los demás y las normas sociales. Tienen un sentido de superioridad y no encajan fácilmente en un círculo social más grande, haciéndolos bastante antisociales.
“El perfeccionismo orientado a los otros es una forma oscura del perfeccionismo asociada con características de personalidad narcisistas, antisociales e indiferentes”, resume Stoeber.

de psiquiatria.com